mar 29 2011
Desmontando a Juan (III): desmontando algunas premisas
Para los que no están en antecedentes, la cosa viene de aquí.
Antes de entrar a desgranar los argumentos críticos con la campaña de Rusia, un detalle más, y de no poca importancia. La Grande Armee de verdad es la original, la que acampó en Boulogne, la que destrozó a Austria en 1805, y a Prusia y Rusia en 1806. Ese ejército fue enviado a España a finales de 1808, y allí seguía (descontando bajas) en 1812. La Grande Armee original no existía ya en 1812. De las tropas que la compusieron, la mayor parte estaba en España, entrampada hasta las cejas en una guerra interminable. Otros muchos estaban muertos. De Ulm a Wagram, pasando por Friedland, Eylau, Talavera, Asspern-Essling, y otros sitios parecidos, las bajas se contaban por miles, incluso en el caso de las victorias.
Semejante desgaste continuo en los valisísimos veteranos de Napoleón era algo que no podía remediarse más que de dos manera: con tiempo, o con números. Napoleón optó por lo primero. Quizá recordaba aquella máxima (creo que de Nelson) de que sólo el número aniquila. Y, desde luego, si con el grueso de sus tropas hubiera sido capaz de entablar batalla franca con los rusos, los números estaban muy a su favor.
Claro que, al buscar el choque y basar su fuerza en el musculo de los números, estaba renunciando a la posibilidad de superar en maniobra a sus adversarios. Que era lo que le había dado sus mejores victorias, de Austerlitz a Jena, y todavía habría de darle días de gloria en 1814. Creo que con esa crítica a Napoleón ya está dicho todo. El error grave del emperador fue ése, y no otro: cambiar al tigre por el toro. No sé si en algún momento del camino a Moscú echó de menos a los soldados de malgastó en otras tierras. Pero si lo hizo, ya no había remedio.
Hablando de números. La cifra de 490.000 invasores franceses coincide más o menos con la apuntada por Clausewitz (300.000 franceses en el cuerpo principal, y 120.000 más como apoyo), pero si tal cifra se da en su conjunto. Por parte rusa la cifra de tropas disponibles es de la mitad: 180.000, divididos en dos ejércitos de maniobra (el Primero del Oeste, al mando de Barclay de Tolly, y el Segundo del Oeste, al mando del príncipe Bagration), con unos 30.000 de ellos en reserva, y unos 10.000 cosacos, caballería irregular que pese a su fama, no estaba en condiciones de sostener un combate contra su contraparte francesa. Por ello, dice Clausewitz, no más de 1.000-2.000 estaban en primera línea.
Y pese a ello los planes rusos no eran de retirada, sino de atacar el flanco y retaguardia de Napoleón. Incluso cuando los dos ejércitos se retiraron a la posición (mal) fortificada de Drissa, su intención primera fue la de buscar allí el combate contra los franceses y sus aliados, pese a la inferioridad numérica.
Por tanto, olvidemos la leyenda de un ejército poderoso (el ruso) retirándose frente a otro aún más poderoso (el imperial) en busca de espacio, mientras las tropas ligeras (los cosacos) hostigan los flancos de los franceses. El ejército ruso no estaba en condiciones de aguantar la embestida del cuerpo principal francés, pero incluso así sus planes no preveían una retirada en profundidad, sino sola hasta una posición óptima donde esperar el choque. Los cosacos, mientras, estaban a otras cosas distintas a las de reforzar al cuerpo principal de sus tropas, o a maniobrar en sus flancos.
Nota: Creo que ya he vuelto a resolver el problema de los ficheros corruptos. Mi temor es que vuelva a reproducirse, como ya ha pasado una vez.